Seguro te has topado con el término de "criterios ESG" en tu camino como inversionista. ¿Ya tienes idea de lo que es?
Este término ha cobrado bastante popularidad en el campo de las inversiones en los últimos años, ¡y no es para menos! Entidades de gran renombre como el Instituto para la Inversión de Morgan Stanley afirma que el 65% de los inversionistas espera que las inversiones con criterios ESG aumenten en los próximos 5 años.
Dada su importancia, en este artículo te contamos todo lo que debes saber para sumarte a la tendencia 😎.
Los criterios ESG hacen referencia a los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (environmental, social and governance) que se consideran al momento de invertir.
Así, la integración ESG es la práctica de incorporar información o persectivas medioambientales, sociales y de gobierno corporativos en el proceso de inversión.
El origen de este acrónimo se remonta a los inicios de la década de los 2000 y ha sido el resultado de la evolución de las "Inversiones Socialmente Responsables" (ISR). Con el paso del tiempo, el concepto ha mejorado para incluir aspectos como el social y de gobierno.
Los criterios ESG abarcan muchos campos como las emisiones de carbono, el impacto ambiental, la ciudadanía corporativa y el desarrollo de capital humano.
Básicamente, realizar inversiones sostenibles implica la inclusión de aspectos "extrafinancieros" en la toma de decisiones sobre dónde poner el dinero, es decir, la consideración de las siglas ESG. Aunque se busca optar por corporaciones que incluyan estos criterios en su totalidad, algunas pueden manifestarse de diversas maneras.
Para conocer más sobre el tema, te ofrecemos la definición de cada uno de los criterios a continuación:
Se refiere a los criterios ambientales que se basan en los informes sobre el tema y en el impacto ambiental de las empresas. También se toman en cuenta los esfuerzos realizados por las compañías para reducir los niveles de contaminación o las emisiones de carbono.
Por supuesto, no deja atrás acciones específicas para la reducción del impacto ambiental, como la gestión de residuos, el manejo de agua y el uso de otros recursos.
Esta categoría valora aspectos relevantes para construir un ambiente sano de trabajo, por ejemplo: diversidad y derechos humanos. También salvaguarda los vínculos que establece la compañía con la comunidad en la que reside, como iniciativas filantrópicas y la ciudadanía corporativa.
Se traduce como gobierno corporativo y abarca las remuneraciones de los directivos, los derechos de los accionistas y la relación entre los accionistas y la administración de las compañías. Es decir, toma en cuenta el impacto que tienen.
De esta manera, los aspectos ambientales, de gobierno y sociales se combinan para promover el crecimiento financiero de las empresas y, al mismo tiempo, impactar positivamente en el entorno.
A través de ellos es posible evaluar en qué medida la compañía es capaz de alcanzar resultados económicos favorables y, al mismo tiempo, lograr un impacto positivo a nivel ambiental, social y de gobierno.
Los criterios son establecidos por analistas que identifican los problemas relevantes que enfrentan sectores, industrias y empresas específicas. En el mercado existen varias opciones dependiendo de los instrumentos financieros que se vayan a evaluar.
Según el Índice de Poder Generacional 2021 de Visual Capitalist, para las próximas décadas se espera un gran aumento en las inversiones ESG, cuando un aproximado de 30 millones de dólares sea transferido de los baby boomers a los millennials.
Este escenario ha provocado que las empresas que adoptan estos criterios en sus operaciones obtengan resultados más favorables en comparación con aquellas que no los incluyen. Por otra parte, los resultados provocan que los inversionistas destinen cada vez más capital en este tipo de inversiones.
Así lo afirma Bank of America Merrill Lynch en el artículo ESG Matters donde sostiene que estos criterios mejoran la rentabilidad y reducen el riesgo de inversión.
Gracias a este marcado interés, las inversiones con ESG son capaces de ofrecer mejores rendimientos y mayores ganancias (tanto económicas como ambientales).
Incluso, la ONU puso en marcha los Principios para la Inversión Responsable en 2005 que se basan en los criterios ESG. Desde entonces, cada vez son más las inversiones que responden a estos principios.
A su vez, este movimiento provoca que los gobiernos locales propicien un buen ambiente para que este tipo de empresas crezcan. La implementación de leyes y normas que abren oportunidades de expansión para las compañías con criterios ESG son solo algunas de las acciones.
Además, en el periodo pospandemia, las compañías han comenzado a preocuparse cada vez más por el factor social del ESG.
Optar por inversiones que incluyan los criterios ESG se conoce como inversión sostenible y responsable (ISR).
Entre sus principales ventajas se encuentran:
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Todos nuestros fondos gestionados incluyen factores ESG en su proceso de inversión para la toma de decisiones. Nuestro objetivo es alinear nuestros valores y así mejorar los resultados financieros a largo plazo de las carteras.
¡Así podrás estar seguro de que tus inversiones impactan positivamente al medio ambiente y se alinean con tus valores!
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¡Listo! Ahora sabes perfectamente en qué se invierte tu dinero. Pero si aún no estás seguro de dar el siguiente paso, te invitamos a conocer cómo vencer el miedo a invertir.