Varias veces hemos escuchado por ahí esa frase que dice: “El enemigo está en tu mente”, y no puede ser más cierta. Especialmente cuando se trata de finanzas, hay que ser muy cuidadoso e informado para no sabotearse a uno mismo. Y créenos, hay muchas formas de hacerlo.
La primera es la más común: No pensar demasiado en tus finanzas e ir por la vida sin estructura.
No hace falta que expliquemos lo peligroso que es, en primer lugar, porque lo que no se mide jamás se podrá mejorar. Es necesario que le pongas disciplina a tu dinero de la misma forma en que lo haces con el deporte, y así, paso a paso, lo vas convirtiendo en un hábito.
¿Cómo empiezo?
La otra forma de paralizarse cuando de tus finanzas se trata, es “pensar demasiado”. Lo perfecto es el enemigo de la acción, obsesionarse con los detalles menores solo ocasionará que nuestra mente no sepa qué hacer…
Pensar mil veces al momento de hacer una compra, frustrarse por no ahorrar lo que tenías en mente, deprimirse por un gasto inesperado o abrumarse con las opciones y no hacer nada, es tan perjudicial para tu futuro como lo contrario.
Muchos expertos señalan que mientras más información tenemos, menos podemos procesarla, y el cerebro sufre una especie cortocircuito que nos obliga a dejar de pensar en ello. Ahora, no significa que no haya que analizar bien las cosas, pero sí quiere decir que debemos tomar decisiones y disfrutar del proceso.
¿Cómo podemos superar esta tendencia a pensar demasiado las cosas y tomar una decisión financiera sólida, incluso si no es perfecta?
La tendencia natural del cerebro es dar vueltas y vueltas, por lo que nuestra recomendación es programar y automatizar el ahorro, lo que nos evitara encontrarnos cada mes frente a la disyuntiva de: “Quiero darme mis gustos” y “Tengo que planificar mi futuro”. Fija el día de pago para distribuir tus ingresos, coloca un plazo para tomar decisiones y, mejor aún, aprovecha la opción transferencias automáticas que hoy día tiene cada banco para que tu dinero vaya directo a tu fondo de inversión o de ahorro.
Lo más importante es tener visión a largo plazo y tomar acción hoy, pues esa parálisis puede hacer que pierdas grandes oportunidades en el mercado.
No tomar una decisión, también es una decisión.