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Glosario: el mundo financiero resumido en simples palabras (y pa’ que te luzcas con amigos)

Términos financieros que debes conocer. ¡Sigue leyendo!

Términos financieros

¿Quieres lanzarte a invertir pero te da cosa tanto concepto raro? ¿Podrías sacarle más provecho a tus ahorros entendiendo el mundo financiero? Aquí preparamos un breve diccionario Clever para que entiendas mejor lo que es relevante para ti. Y por qué no, este conocimiento podría serte útil para lucirte en un asado con amigos o en la comida familiar de los domingos, ponte tú.

CMF: La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) es el organismo público que fiscaliza a las empresas que participan de los mercados de banca, valores y de seguros en Chile. Detalles más, detalles menos, para el usuario lo importante es que si la institución “está acreditada y regulada por la CMF”, es credencial de que no es una estafa piramidal ni una empresa que se pone a ofrecer cosas sin soporte ni experiencia. Y obvio que Clever está acreditada y fiscalizada por la CMF.

DAP: Los depósitos a plazo son un instrumento financiero de ahorro e inversión donde tú le entregas tu dinero al banco por un cierto tiempo, y éste te lo devuelve con intereses. Se popularizaron desde los años 90 porque (para bien) tu plata renta de forma segura, aunque (para mal) son ganancias casi marginales. Es una inversión, sí, pero si lo llevamos a términos futbolísticos, es jugar con 6 en el fondo. Ser ratón pero apostar a ganar por la mínima o cuidar el empate (que tu plata rente al borde con la inflación). Hoy esta opción, sobre todo en países como Estados Unidos, ha sido completamente desplazada por las inversiones en fondos mutuos o ETFs.

FFMM: Recién los mencionamos arriba. Técnicamente, los fondos mutuos son un instrumento de inversión que consiste en sumar los aportes monetarios de varias personas para invertirlos en diferentes valores de inversión o instrumentos. En simple, es como ir a un carrete donde todos ponen en la vaquita para armar el asado y comprar el copete. Esa vaquita son los fondos mutuos, el carrete es el escenario financiero y, en vez de bebidas autoflagelantes, tenemos acciones, bonos y activos. Esa diversificación de la inversión -apuntar a todas partes pese a que tu plata la pusiste en un solo lugar- podrá no ser tan sexy ni dar el subidón inmediato de una buena chela, pero sí que entrega satisfacción a largo plazo una vez que rentabilizas tu dinero.

AGF: Las Administradoras Generales de Fondos (AGF) son las empresas que administran los Fondos Mutuos en Chile, es decir, manejan dinero de personas y empresas que invierten a través de esta herramienta. A la fecha (marzo del 2021) hay 13 sociedades administradoras y 68 fondos regulados por la CMF -ajá, ya te sabes esa sigla-. Esta explicación no es la más interesante del mundo, pero con algo de contexto la cosa se pone mejor: hace un tiempo las administradoras de fondos mutuos eran las instituciones tradicionales, que por cantidad de personal, uso de sucursales y gran organización, cobraban remuneraciones altas por administrar el dinero de las personas. Pero la tecnología llegó para cambiar eso, así que surgieron nuevas plataformas tecnológicas que permiten ahorrar costos operacionales y traducirlo en costos muy bajos. ¿Te imaginas la frustración de conseguir una rentabilidad del 7% y que tu administradora te cobrara 6%? Nosotros te cobramos solo 1,19% anual por administrar tus inversiones, lo que suena bastante mejor.

ETF: Se trata de un instrumento financiero que agrupa varios activos ¿más fácil? Es algo así como ir al súper y, en vez de comprar verdura y frutas seleccionando cada una, sacas un canasto que trae un pack de verduras y frutos verdes, o rojos, o frutos del bosque. La lógica es la misma, solo que las ETF agrupan empresas que en su conjunto pintan para ser rentables. Porque claro, no es lo mismo invertir en Blockbuster mientras Netflix y Prime Video crecen a pasos agigantados, que en la industria tech gringa en su conjunto, donde todo indica que seguirán desarrollándose a menos que el apocalipsis zombie nos lleve de nuevo a la Edad Media y cambiemos los smartphones por lanzas.

ACCIONES: Las acciones se entienden como unidades de propiedad en una o más compañías. Es decir, si soy dueño de una acción, soy también dueño de al menos una fracción de esa empresa. Obviamente, a menos que seas accionista mayoritario (poseer 50% de las acciones o más), tener acciones no da el derecho para ir a sentarte al directorio de una empresa, aunque simbólicamente, si tienes una acción en la Juventus, podrías pasarte la película de que una fibra muscular del cuadricep de Cristiano Ronaldo es tuya.  La gracia aquí está en que el titular de una acción tiene el derecho a obtener una parte de los beneficios de la compañía. Es decir, si compraste una acción en $10 mil y al tiempo esa empresa aumenta su valoración un 50%, al momento de vender tu participación a precio de mercado, recibes $15 mil. La misma lógica aplica si las acciones de una empresa bajan. 

CORREDORA DE BOLSA: Los corredores de bolsa compran y venden acciones y participaciones por cuenta de clientes que buscan el mejor rendimiento de sus inversiones. Es decir, son los intermediarios, entre mercado y personas, capacitados para transar valores. Lo lógico es que también ofrezcan asesoramiento financiero, porque sus clientes suelen ser grandes grupos o inversores de gran capital. En el sentido práctico, lo más simple es decir que si quieres comprar acciones de una empresa chilena, ponte tú, no puedes ir con un fajo de billetes al mesón de la casa matriz y decir: “Oiga, deme diez”. No, para eso debes acudir a un corredor de bolsa que te lo haga.

ROBO ADVISOR: Aquí la cosa se pone interesante. Así como Blockbuster se fue a pique porque apareció Netflix, o los reproductores de DVD se comenzaron a apilar en las bodegas porque tu smart TV puede reproducir el contenido, los robo advisor pintan pa’ despachar a los clásicos asesores financieros de antaño. Para ser justos, su pega se seguirá haciendo para empresas o personas de gran capital, pero los robo advisor pasarán a reemplazarlos para el común de las personas. Pero, ¿qué son? básicamente, un programa informático -o bot- cuya misión es crear y gestionar una cartera de inversión diversificada y buscar las mejores oportunidades, sin -casi- ninguna intervención humana. Ok, algo de romanticismo tendrá el trabajo de revisar a mano el listado de desempeño de miles de compañías y centenares de rubros, pero esa pega bien la puede hacer un software, procesando una cantidad de data y variables muy superior al humano. ¿Y lo mejor de todo? que los robo advisor integrados en plataformas tecnológicas hacen más asequible y simples las inversiones para el resto de personas. La gran mayoría de estos “asesores financieros robóticos” invierten en fondos gestionados, fondos indexados y ETFs.

INSTRUMENTOS DE DEUDA: Los instrumentos de deuda son un tipo de activo de inversión donde la rentabilidad que se espera está fijada previamente y tiene un plazo definido. Por ejemplo, cuando alguien debe dinero y se compromete a pagarlo en cuotas fijadas previamente. En general el riesgo de estos instrumentos es bajo en relación con otros instrumentos como las acciones.

RENTA VARIABLE: La renta variable (también denominadas acciones) son un tipo de activo de inversión donde la rentabilidad depende de diversos factores y no está pactada previamente. Por lo general, este tipo de inversión tiene un mayor riesgo que los instrumentos de deuda.


¿Te quedó alguna duda? Tranqui, cada cierto tiempo iremos completando y agregando cosas a este diccionario Clever. Por mientras, entra en este enlace para descubrir las 3 cosas más importantes que debes recordar luego de tu primera inversión.

Por
Equipo Clever

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