Seguramente escuchaste en el colegio una de las frases más icónicas de la ciencia, dicha por el padre de la química moderna, Antoine Lavoisier: “la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma”. Parecerá random, pero traemos esto a colación porque en este post te hablaremos de la fascinante tecnología conocida como Blockchain, que hace posible que existan las criptomonedas. Ya entenderás la referencia.
Blockchain se traduce al español literalmente como “cadena de bloques”, y es porque, de nuevo de forma literal, es eso: una red de nodos (o computadores), conectados de manera distribuida y descentralizada para convertirse en algo así como el libro contable y de registro más grande y sofisticado de la galaxia (a no ser que los aliens ya apliquen algo parecido en otro sistema solar).
¿Qué tiene que ver un libro contable cibernético con las criptomonedas? La gracia del Blockchain es que cada nodo posee la información encriptada de sí mismo y de todos los otros bloques de la red, lo que permite una estructura de información siempre disponible e irrefutable.
Si Lavoisier estuviera en esta época y fuera desarrollador, habría dicho “en el Blockchain la información no se crea ni se destruye, solo se transforma”. Esto es porque si quieres mover la información de un usuario o grupo, a otra, esa modificación se debe registrar y verificar en todos los nodos de la red. De ninguna forma algo puede aparecer de la nada o eliminarse de un nodo.
Esta dinámica explica por qué el Blockchain fue ideal para crear las monedas digitales: tenías a disposición una red contable segura, precisa y sin necesidad de intermediarios.
Este último punto es importante. Si nos situamos en la manera tradicional de ‘mover dinero’, o sea, realizar una transferencia, lo que ocurre tras bambalinas es que el banco detecta que te estás desprendiendo de un monto para llevarlo a otro sitio. Entonces, ese banco debe restar ese dinero de la cuenta y su red, para luego notificar al otro banco de que debe agregarle “x” dinero a un usuario, y éste finalmente realice la acción.
Esto ocurre porque cada banco lleva su registro contable de manera centralizada, en cambio con el Blockchain, cualquier usuario puede interactuar de manera cifrada con otro y que esa transferencia sea verificada por la propia red. Eso también protege de ciberataques, porque los hackers no atacan a todo un banco para robar plata, sino que buscan minúsculos puntos vulnerables para hacer sus fechorías. Y por el contrario, si intentan atacar un nodo de una red Blockchain, les será imposible eliminar o agregar información, ya que hay toda una red de ordenadores detrás que tiene la misma información de ese nodo y verifican que siga siendo así.
Hay que aclarar que las criptomonedas no son un sinónimo de Blockchain, sino que apenas una de tantas funcionalidades de las que la tecnología es capaz. Por ejemplo, si se quisiera usar Blockchain para las credenciales profesionales, se podría validar rápidamente si un médico es chanta o no. ¿Cómo? Si la red llevara el registro de todo los pre grados y post grados académicos, en un 2x3 sabrías si el doctor tiene el título o no. Hoy, en cambio, tendrías que llamar a la universidad y esperar que ellos confirmen si la persona estudió y se tituló allí.
Y así hay una chorrera de ejemplos, pero los dejaremos para cuando toquemos este tema de nuevo. Por mientras, aquí te dejamos un artículo donde la propia Universidad de Chile se pregunta cómo puede aplicar el Blockchain en la educación. Por si te tinca no más, no tenemos nada que ver.